Vuelta a Sierra Nevada. Rodando por superficies imperfectas.

No todo es campo en la rueda de la trail.
Me he decidido a hacer una ruta que desde hace tiempo tengo en mente y de paso probar a viajar con las maletas a ver que tal van montadas en cuanto al comportamiento de la moto.



La FarFolla lista y cargada con las maletas pero vacías. Agua, barritas de cereales, ropa de lluvia y poco más. 
La idea es dar un rodeo: Granada-Guadix-la Calahorra-Puerto de la Ragua-Cadiar-Orgiva-Granada.
GPS en ruta y al lio.
Un paseito agradablemente fresquito hasta Guadix, probando la cámara cutre del Decathlon y ajustando varias cosas.
Empieza el calor, voy parado por medio de Guadix y empiezo a sudar. Maldita chaqueta! no tiene ventilación ninguna. La cosa es quejarme y que mi mente me mande mensajes subliminares injertados en mi cerebro por tantas y tantas horas viendo propaganda de productos moteros. "Necesitas una chaqueta de verano perforada...."
Salgo de Guadix, directo a Jerez del Marquesado.
Ya empiezo a ver la cara norte de la sierra, y la FaFolla y yo nos emocionamos al ver las vistas.
Accedo a un mirador por un carril de tierra para contemplar.

 Es un secanal, al fondo sierra Nevada, y todo un valle por delante con el castillo de la Calahorra imponente vigilandolo todo.
Me pongo contento. Tenia muchas ganas de salir a dar este paseito. Y el ir solo también tiene su punto. Vas a tu ritmo, paras cuanto quieres. Pero por seguridad es mejor ir acompañado.
Salgo de la Calahorra y empieza la subida del puerto de la Ragua. La carretera se estrecha, "asfalto viejo" pienso; pues aquí es donde mi trail mejor está. Rodando por superficies imperfectas.
Empiezan las curvas. Y noto que la moto va muy suelta, de hecho es como si las maletas ayudaran a tomar la curva.

Una incesante cantidad de curvas me lleva a lo alto del Puerto, donde se respira aire fresco y la temperatura baja hasta los 16º distanciándose de los 27º que había en Guadix tan solo unos kilómetros atrás.
A 2000m, paro a descansar. Ya es todo para abajo. Y noto el fresco del mar y su olor.

La Alpujarra se acerca.
La bajada comienza con una de las carreteras más hermosas que por las que he rodado hasta ahora.

El camino se ensancha y una sucesión de curvas rápidas entre los preciosos bosques del puerto te llevan hasta Laroles, el primer pueblo de la Alpujarra Granadina que me encuentro.

Lástima que haya calima, sino se vería el mar al fondo.
Todo cambia. La vegetación y las construcciones. Empiezan a aproximarse los típicos pueblos blancos de la Alpujarra. De Laroles a Cherín y de allí a Ugijar.

En esta localidad tendría que coger una carretera ancha bastante buena que me lleva a Cadiar y Orgiva. Pero por error cojo una secundaria que lleva a Berchules.

No era un error. Gracias a ellos pude contemplar unas bonitas vistas.
Ratoneando por una preciosa carretera que llega a ser un poco "cansina" debido a su trazado combinado con su tráfico llego a Cadiar. El cansancio, el calor y el ir lento no ayuda. He ido durante 2h en primera-segunda-primera-segunda. Me estoy asando dentro de mi chaqueta ya que no corre el aire.
Al encontrar la hermosa carretera ancha, rápida de asfalto suave, sedoso, me pongo contento y hasta pego algún grito de emoción. Ahora si. Tercera, cuarta quinta... que fresquito!!!
Una pasada de carretera A-348, ancha, de trazado sinuoso pero de curvas muy rápidas. Lástima que los derrumbamientos a lo largo de varios kms, hayan dejado todo minado de conos, señales y desvíos provisionales.
En una de las paradas, puedo contemplar toda la Alta Alpujarra. Trevelez, Capileira, Pampaneira... Pueblos que ya he visitado y que ante mis ojos se presentan desde una perspectiva que nunca pude contemplar.


Y finalmente llego a Orgiva. Pica el hambre pero decido llegar a Lanjarón y tras comprobar la hora, me tomo un excelente menú de Migas y Solomillo a la Pimienta en el Buñuelo.
Es lo que tiene vivir en Graná. Se come bien, y se rueda bien.


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