Escapada a Sierra de Cazorla, Segura y las Villas. Mi primer viaje en Solitario.

"La libertad y la simple belleza son demasiado buenas para dejarlas pasar" Alexander Supertramp (Christopher McCandless)

Congestionado de la rutina, con ganas de volar sobre dos ruedas, frustrado por viajes nunca realizados...Así me encontraba durante semanas, necesitaba un poco de evasión física y mental de la rutina, de Graná que vale es muy bonica pero se hace pequeña.  "Sólo son 3 días", me dije.  "Sólo tres días" le dije. Yo también te echaré de menos pero necesito irme aunque sea yo sólo. Sé que en moto no es recomendable ir solo. Han sido muchas horas en solitario en las que si te ocurre algo, no hay nadie que te pueda auxiliar y el tiempo hasta que llegue alguien puede ser vital mandádolo todo al garete.  "Iré con cuidado, si arriesgarme, tranquilo, disfrutando, sin prisas" Me decía para mi mismo y le decía a mi mujer.Mención especial a la susodicha esposa del que subscribe pues tiene una paciencia conmigo enormemente... ENORME.  Voy con maletas cargadas, algo totalmente nuevo para mi. Y realmente no podía saber que tal era el comportamiento de la moto cargada hasta los ojos.

La FarFolla es una moto indicada precisamente para eso, carga y tira! Al galope!!

 Pero ¿y yo?, ¿soy el indicado para manejarla? Lo descubriría durante 3 días y 665kms.  DIA 1

Salí el lunes tranquilamente sin madrugar. La primera parada era para desayunar con mi amigo Brandi en la cafetería del amigo ErHuete en Graná. Ahí Brandi tuvo el detalle de dejarme su espaldera, pues era un viaje largo y quien sabe... Me ha gustado bastante, pues te obliga a llevar la espalda totalmente recta y como que te duele menos con los kilómetros.

La FarFolla y el tonto las motos tras desayunar. Listo para partir.

 Con mucha ilusión, precaución y algo de miedecillo por lo desconocido me apresuré a salir de la "gran" ciudad que es Granada dentro de su pequeñez.La idea era entrar por el norte de Granada por la zona de Huescar y ya salir por el pueblo de Cazorla:

Puesto que me iba a ocupar parte del día el llegar al camping previsto en El Robledo, y al desconocer cuánto tiempo realmente me llevaría; decidí llegar hasta Baza por la A-92. Mi idea inicial era llegar a Guadix por Quentar y tomar sólo un tramo de A-92 hasta la Salida de Benamuriel y de ahí hasta Huescar.

Perfectamente podría haberlo hecho, dió tiempo de sobra. Pero claro, uno ante lo desconocido, toma la senda fácil y rápida.

En un plis plás A-92 y llego a Baza, desde ahí llegamos a la zona de Orce. El valle de Orce donde dicen que vivieron los primeros pobladores de Europa.

 Desde que tomo la carretera hacia Huescar-Puebla de Don Fabrique, el viento empieza a dar fuerte y de forma continua en el lateral de mi moto, que más parece la vela mayor de un galeón Español a la conquista del nuevo mundo. Un viento continuo, fuerte hace que me tenga que inclinar unos cuantos grados hacia la izquierda para compensarlo. Llego a sentarme en el borde derecho del sillín y parezco un malabarista sobre la alemana. Lo dramático estaba a punto de llegar. ¿Que ocurre si cortas un grifo de golpe y vuelves a accionarlo? Golpe de ariete. Me cruzo con un camión, me agarro... venga, venga... venga!! Zaska! Guantazo de viento. Los meneos que llegó a dar la moto entera me desplazaron hasta el arcén en el primer camión. "El siguiente no me pilla desprevenido" Me agarro... y llego hasta gritar dentro del casco como si fuera a soltar una "Onda vital" de las de Goku en Bola de Dragón. 

Es lo que tiene el viento, mueve nuestros molinos, pero a veces se podría ir a su casa y dejarnos rodar.

 Prudentemente, parando y tranquilito, capeo el viento llegando hasta Puebla de Don Fadrique. Típico pueblo del norte de Granada. Dos calles que se cruzan, un bar, indicaciones para las tres o cuatro cosas que hay en estos pueblos, el centro de salud, la iglesia, el ayuntamiento... Uno en su espera en el típico semáforo en medio del pueblo hace una visita turística obligada pero imaginaria, por que no forma parte de mis planes visitar lo típico. 

Tomo dirección Santiago de la Espada. 

Vista del pico de la Sagra

Se llega a este pueblo por una carretera sinuosa entre un precioso bosque cruzando el Puerto del Pinar. Sinuosa y estrecha si, y perfecta para moto, pero muy muy solitaria, pues en los 45 minutos que tardé en llegar no me crucé con ningún sólo coche. 

Mi mente empezaba a lanzar los mensajes que no quería que me lanzara, pero que a veces uno de forma involuntaria activa. 

"Anda que si me caigo en alguna de estas curvas... de aquí a que me encuentre alguien"

"Además seguro que no hay cobertura"

"Y si pincho?"

Es inevitable cuando uno viaja sólo. Pero es mejor que ni planteárselo pues sino mejor ni salir de casa por si te cae un meteorito. No vaya a ser...

He de confesar que en el momento que miré por el retrovisor y vi un precioso, bonico y fabuloso Ford Mondeo,(del año la pera y de color Azul), me quedé más tranquilo. 

"Si me caigo, hay alguien que recoja mis restos..."

Un par de kilómetros después, empiezo a ver las primeras señales de civilización. Y por un momento me cabreo conmigo mismo. "Vengo buscando Naturaleza, perderme en ella desconectar, y lo único que estoy deseando ver es una casa por si acaso..." Estoy demasiado urbanizado.

Suena el teléfono, parece que ahora si tengo cobertura, y por el manos libres hablo con Sonia. Le comento que el viaje genial, con un poco de viento, pero todo correcto... Y ya llego.

Estoy oficialmente dentro del parque natural. Y sólo he tardado apenas 2 horas parando y a mi ritmo.

Realmente Cazorla está cerca señores.

Me ha parecido siempre curioso cuando entras en una zona acotada. O quien dice una frontera. Parece que no, pero realmente desde esa linea todo cambia. Quizás tu mente te hace apreciar los pequeños detalles, pero todo cambia. Al entrar en el parque aparte de la señalización típica de animales sueltos (como si fuera de el no los hubiera, incluso van al volante de latas), todo empieza  estar más verde en mis córneas, y el aire, es más puro!  Me pongo contento. 

Cerca, muy cerca empiezo a ver las primeras señales de Termino Municipal de Santiago-Pontones, desde ahí sólo es una trecho hasta Hornos y al camping de El Robledo a descansar.

Son apenas las 13h cuando llego a Santiago, me concentro en calcular cuánta gasolina tengo, y cuanta autonomía me queda. He hecho un tramo de autovía que es donde mi moto realmente gasta más. No tengo ni la menor idea de donde está la próxima gasolinera. En mi concentración absoluta, me paso una gasolinera que supuestamente había en Santiago de la Espada. Que yo no ví, pero que me dijeron que había a la entrada del pueblo. Así sería. La carretera mejora mucho, es ancha sin apenas curvas cerradas y un asfalto estupendo. Me dá optimismo en cuanto al consumo de gasolina. Una carretera así debe tener una gasolinera acorde a su categoría. 

"¿Donde leches echa gasolina esta gente??" carburo en mi cerebro.

-Prioridad primera, darle de comer a la FarFolla. Menú de Sin Plomo 95 y algún cariñico por buena.

-Prioridad segunda, darle de comer al tonto las motos, uséase yo mismo. Lo que sea pero acompañado de cerveza.

Paso Pontones, el alto el bajo, el mediano y todos los pontoncillos que me pongan. Quiero gasolina!

 Luz de reserva. Paro a mirar el GPS y a hacer unas fotos, pero el dichoso GPS no responde.

Extasiado por el paisaje, mi optimismo queda patente.  "Ya habrá gasolina por ahí ya"

 Hornos, precioso Castillo, pero ninguna gasolinera. Empiezo a ver restaurantes con un cierto grado de turistas en su interior. Interesante si. Pero y la gasolina que?

Finalmente llego a Cortijos Nuevos, el pueblo donde tendría que desviarme de la carretera principal con dirección a El Robledo que es donde está el camping. Camping que todo sea dicho, aún no se si está abierto o no. 

Busco un restaurante de menú y cuando aparco la FarFolla observo un cartel que pone "Gasolinera". Vamos a comer todos hoy parece. Seguramente si me hubiera fijado en el GPS la habría encontrado. Pero, mi querido Garmin ha tomado vida propia y cuando no sale el logo de "enchufado a PC", se enciende y pone batería baja. 

Ensalada Mixta+Calamares acompañado de una buena cerveza. A la salida saludo a un tipo con una BMW R1200RT. Parece que no soy el único loco solitario por esos lares...

Le he dado preferencia a mi barriga, ahora es el turno de darle de comer a la FarFolla, por buena y por bonica.

Una vez repostado, directo al camping El Robledo. La carretera se interna en un precioso bosque de pinos donde al final, un monolito de piedra con una placa y unas banderas marcan el lugar del susodicho camping, que a priori parece abierto.

Entro por la pista de tierra y aparco junto a la recepción. Enseguida sale Agustín el dueño del camping a ver que se me ofrecia. "Tenéis sitio, para 1 tienda, 1 moto y el tonto que la conduce?". A lo que el me contesta "Mira a tu alrededor, está todo libre".

El camping estaba preparándose para el boom del verano, pero un lunes de primero de Junio no era como para que estuviera lleno. No sólo no lo estaba, sino que yo iba a ser el único huésped aparte de Agustín el dueño y su amigo Jose que tenia plantada su "Rulót" su moto y su Smart allí desde hace meses.

Mi primera acampada motera, que experiencia. Que ilusión. Saco todo, de forma ordenada. Intento tener un orden y una disciplina casi militar, que al final me dió muy buen resultado en los 3 días.

"Mira que llevo cosas", pienso. Pero en su momento, al preparar los bultos me hacía falta todo. 

El interior de mi mini tienda. O lo tienes ordenado o te vuelves loco.

Se respira una tranquilidad que me extasia. Descanso un rato, escucho música dentro de mi tienda y me pongo cómodo. Al salir, Jose y Agustin estaban sentados en el porche de la Caravana y me invitan a sentarme con ellos. Nos pasamos a la tarde conversando placenteramente. Agustín, es un gran tipo, y motero. Lástima que tuvo un accidente con una maquina y perdió una pierna. Pero como buen motero sabe sobreponerse y quiere comprarse una moto de 3 ruedas. Quien nace motero, muere motero. 

Y yo? Pero si a mi no me gustaban.... ¿Todo pasará cuando se me pase la vena motera? 

El rato pasa rápido y cae la noche. Ceno algo y me acuesto. Pero hay algo que no he hecho.

Abro la tienda, son las 2 de la mañana. Necesito ver las 3 mil estrellas que Miquel Silvestre me prometió que vería en este cielo. Tenias razón Miquel. Allí estaban.

Buenas Noches FarFolla. 

DIA 2

Desde el momento que saco la "patita" fuera de mi viejo saco de dormir, alucino con la bajada de temperatura. Ya me lo había comentado Jose la tarde antes. Si bien la tarde antes, había refrescado y yo venia de un horno Granadino, por la noche la temperatura había caído empicado. 9ºC a las 8 de la mañana y eso que estamos en Junio.

Recojo el campamento y siguiendo las indicaciones de Agustín que me había recomendado subir al pico del Yelmo, tomo la carretera que llegaba hasta el camping. La subida comienza por el interior del precioso bosque. 

Una fuerte subida, pero que me dan la oportunidad de hacer miles de fotos y alguna que otra toma de vídeo.

Esta vez, no voy a dejar que mi mente empiece con los mensajes subliminares catastróficos. Interpongo un barrera y disfruto del paisaje y de la carretera que sube y sube hasta un cruce donde indica Siles o el Yelmo.

Subida final al Yelmo. Pista trail.

La parte final está algo rota, y una capa de grava cubre casi todo el destruido asfalto. Aquí en invierno sin duda parece que nieva bastante viendo el estado de la carretera.

Unas ultimas horquillas plagadas de "cacarrutillas" de cabra hacen que la rueda trasera haga unos divertidos derrapes sobre la capa de excrementos. Y llegamos al Yelmo.

Desde sus 1800m pude contemplar practicamente todo el parque Natural. Se observa el Embalse del Tranco que es mi siguiente destino, toda la sierra de Cazorla, la sierra de Segura. 

Fantástico. Pero lo mejor estaba por llegar.

Hornos y el Embalse del Tranco

La bajada, era interesante. Nunca había hecho saltar el ABS por que el suelo estuviera lleno de mierda literalmente hablando.

Los kilómetros en adelante hasta el cruce, apenas toqué el freno. Es la ventaja de esta moto, la retención del motor es fantástica, con su gorgoreo incesante en el escape te hace bajar sosegado y disfrutando.

Una vez tomado el desvío a Siles, el asfalto mejora, y empiezo a ver algún que otro coche. 

Creo que me voy acostumbrando a ir sólo. Ya no hay pensamientos negativos.

Esta carretera discurre por un bosque con claros totalmente verdes, y a tramos plagado de helechos.

Siento fascinación por los helechos. Me recuerdan a mi querida Galicia y me da morriña.

 Estoy empezando a notar una sensación de libertad que jamás había sentido. Ahí estoy yo, en medio de la nada. Yo solo, con la naturaleza y el Altísimo. Esto es la leche!! Y es precioso!

Jamás olvidaré esa bajada. Esas sensaciones, y el no sentirme solo. Y es que yo no iba solo.

Una vez en Siles, veo un grupo de motos reunidas en la Repsol que hay a la entrada. Y yo que soy muy "espabilao" me acerco a saludarlos.

Charlo con ellos un rato y me cuentan que son de Albacete. Y es que estoy muy cerca de Albacete.

Me preguntan que para donde voy y les comento que para el Embalse del Tranco y una vez a allí al naciemiento del río Guadalquivir. Ellos van para Quesada a comer, por lo que seguimos el mismo camino así que me invitan a ir con ellos para no ir yo solo. De primeras acepto, pero les comento que yo al ir cargado con las maletas y con ruedas mixtas no puedo llevar un ritmo alto. Ni medio diría yo, pues quienes me conoce saben que soy un poco tortuga.

Así pues, les indico que si me quedara atrás, que no me esperen. Quedamos pues en reunirnos en la Torre del Vinagre donde hay un museo y se van a parar.

¡¡Que comience el gran premio del embalse del Tranco!! La leche!

Nada más salir, me adelantan practicamente todos en la primera recta. Exprimo la FarFolla, pero ni por esas. Son casi todo R, naked y alguna que otra trail y custom. Un grupo muy diverso la verdad. "Imposible seguir a esta gente". 

En las primeras curva cerradas, me asombra lo mucho que invaden el sentido contrario a ciegas. "Estos acabaran teniendo problemas". Exprimo y exprimo la moto, y no puedo. "Me voy a cargar el buen consumo medio que traía hasta ahora, 4,6lt/100km".

Desisto, y al llegar el embalse del Tranco, pillo en rojo el semáforo de la presa. Asi que pierdo totalmente a mis nuevos amigos. Vuelvo a colocar el chip, de viajero tranquilo en mi cerebro y yo a mi ritmo.

Cruzo la enorme presa, y me engancho a la nueva droga del siglo. La carretera del embalse.

Curva tras curva, empiezo a pensar que el trazado lo ha hecho un tío que sabe de motos. Curvas peraltadas, enlazadas. Una preciosidad.

Cada ciertos kilómetros, se han habilitado unos bonitos miradores y merenderos. Una preciosa carretera sino fuera por los autobuses que vienen de frente que en alguna que otra curva te da un susto y hacen que vayas concienciado a meterte en las curvas a la izquierda lo más pegado a la derecha posible.

Unos kilómetros más adelante, decido adentrarme en una pista para localizar un merendero donde comerme una buena lata de albódingas que tengo guardada.

Había visto muchas pistas por todo el parque, y en todas ellas una señal avisaba de la prohibición del acceso a Quad y motos. 

Esta pista no sólo no ponía nada, sino que señalaba merendero. De primeras no había pega.

En la bajada, la pista empieza a llenarse de piedras grandes como puños y disfruto como un enano, e incluso he olvidado que voy con las maletas. 

Una vez abajo, el merendero estaba plagado de niños jugando en el río. Yo a mi rollo, saco mi lata y me la papeo. 

Una vez terminada. De postre: Idea negativa cerebral. "Mira que si vienen los del Seprona, que estamos en Junio y esta prohibido meterse por pistas". Ciertamente no había ningún vehículo de motor al final de la pista excepto mi moto. Ni un sólo coche. 

Decido recoger y salir de ahí lo más rápido posible. Mis aventuritas tontas.

Salgo de nuevo a la carretera y observo en el GPS que ya funciona con regularidad, que próximo está el cruce que lleva al camping Puente de las Herrerias, nuevamente es medio día y ya casi he llegado.

Un coche me echa las luces y pone las luces de emergencia. Me extraño. Metros más adelante, unos senderistas me hacen señas para que aminore la marcha, giro la curva y veo el problema.

Un autobús. Trozos de moto por el suelo.Y mis "nuevos amigos" de Albacete todo parados. El autobús ha tirado a uno de ellos.

Les pregunto y me dicen que continúe, que ha sido un susto que ya va la ambulancia de camino. Les hago caso y no quiero ni mirar, no quiero ver al chico herido. Su moto está triturada por el asfalto.

Se me acaba de cortar el cuerpo. No quiero ni tumbarme en las curvas, y todas las que son a izquierdas las tomo pegado a la linea de la derecha. 

"Ahora mismo no tengo ganas de moto". Llego al cruce para el camping, pero decido seguir hasta el pueblo de Cazorla y verlo, ya que voy muy bien de tiempo y mañana quiero salir temprano y lo mismo no paso por allí.

Sigo un poco sensible por el accidente del chico de Albacete. Y de camino a Cazorla empiezan a surgirme ideas de tirar para casa. Sería una paliza y ya llevo 170kms. Las vistas del camino, mitigan un poco mi ataque de pesimismo. Hay unos miradores preciosos.

Entro en Cazorla y busco una cafetería. Hace un calor bárbaro y no veo ni una sola sobra donde dejar mi montura. 

Finalmente decido volver a una que había visto de camino pero estaba cerrada. Paro en una sobra y reflexiono sobre lo que me ronda por la cabeza. 

Volver a casa a "hoppo" y saltarme la parte final del viaje o intentar olvidar lo ocurrido.

Llamo a Sonia y hablo un rato con ella. Me da optimismo el mero hecho de escucharla y decido volver al cruce y tirar para el Camping. 

De camino, ya a las 16h me cruzo con el resto del grupo de Albacete. "Se les ha jodio el día a esta gente" le comento a Sonia por el manos libres mientras saludo a la fila de moteros.

El cansancio planea sobre mi cuerpo como las águilas que puedo observar dentro del parque. Finalmente sigo las instrucciones del GPS y llego al ansiado Camping.

"Hay plazas de acampada libre, pero le tengo que comentar que tenemos colonias y que hay muchos niños" 

me dice la chica de recepción del camping. "Yo sólo quiero descansar".

De nuevo, orden militar y montando el campamento.

Duermo una siesta de 2h y ni el trasiego de niños me despierta. Por lo demás es un camping muy tranquilo, y he podido acampar junto al mismo río Guadalquivir. Los baños son bastante nuevos y limpios. 

Cenando, de primero ensalada, de segundo guisado de garbanzos.

Una buena ducha, una buena cena acompañado de algún que otro espontáneo zorrillo mendigando comida y a dormir.

Buenas noches de nuevo, FarFolla. Cuidado con los zorrillos!

DIA 3. 

Carajo! Pero que frío vuelve a hacer! 8ºC cuando arranco la FarFolla perezosa. Seguro que la pobre ha dormido con un ojo abierto por si un zorrillo le mordía.

Ya he recogido el campamento, me he tomado el café, los bollos... me encanta acampar.

Recapacito y salvo 1lt de agua que he comprado y la comida de menú del primer día, no he tenido que comprar nada más. Soy autosuficiente. Llevo la casa a cuestas. 

La idea es ir a Baeza antes de tirar para casa. 

Vuelvo a pasar por la carretera de ayer, y las vistas, casi que han mejorado con el descanso!!

 Hoy estoy más optimista y veo todo más bonito. El cansancio hace que no aprecies lo que te rodea.

Hoy si que estoy contento. Y mira que en el fondo, tengo cierta pena por que se acaba este mini-viaje.

 Nada más bajar hacia el desvío que está junto al pueblo de Cazorla, la temperatura sube y de bosques de pinos y pinos y más pinos, pasamos a otro tipo de "bosque". Olivos. Miles y millones se extienden hasta el horizonte. Empieza a hacer calor, pero yo que soy cabezón aguanto con la camiseta térmica hasta que llego a medio camino de Quesada a Baeza. Ahora si que hace calor, lleno mi último depósito a mitad. He gastado 2 depósitos enteros y ahora sólo le voy a echar la mitad pues llego de sobras.

  Llego a Baeza por la típica carretera comarcal rodeada de Olivos, con un calor seco y sofocante.

Me dispongo a hacer una visita expréss pues el calor no permite mucho más.

Llama la atención de Baeza, que no hay apenas calles peatonales. Siguiendo las indicaciones, llego en moto, hasta la mismísima catedral y la rodeo por las callejuelas.

Entrada al barrio de Intramuros

Los niños me persiguen. El pueblo entero está lleno de niños con un peto rojo chillando y dando porsaco. Por las callejuelas se ponen en medio y yo, con mi pesada montura tengo que esquivarlos y hacer piruetas para no llevarme a mas de uno.

Luego me doy cuenta, de que ya no noto el peso en la moto, y tengo una cierta destreza al manejarla tan cargada. Deber ser que estos 3 días me han hecho mejorar algo.

Tras una foto de rigor, presto, decido salir de Baeza y hacer kilómetros para ver a mis padres y comer allí. Son las 13h y el calor ya es sofocante. Un horno Jienense.

Cojo la A-44 y directo a casa de mis padres donde mi padre me esperaría con una buena Alhambra 1925 fresquita.

Todo pasa rápido y llego a casa ya después de comer con la familia. Han sido muchas sensaciones, y un viaje muy muy especial para mí. Quizás por ser el primero, quizás por ir en solitario. Lo guardo en mi memoria para siempre. 
Y ahora lo he compartido contigo, que seguro has acabado harto de este relato, de sus faltas de ortografía y del tonto las motos. Aún así si has llegado a este punto. Gracias por tu paciencia. 
 Y como siempre digo, me gusta compartir no chulear.

665kms, 3 días y una media de 4,7lt/100kms.

Y no me he sentido solo.

Album completo: https://picasaweb.google.com/116830221766001604606/EscapadaACazorla2012